1 de agosto de 2015

Voluntad

Cuando los halagos acomodan ofensas y miro el reflejo de los actos deliberados que nacieron de mi "libertad", sostengo que los contrastes no existen. Sabes bien que la mejor parte es la peor y que en el fondo de la estupidez yacen naturalezas que sueles atribuir a la maldad. Así hecho a reír por mis desgracias porque ahora me hacen gracia y no son más que desventuras disfrazadas por mi estupidez. El origen de las desgracias más graves que me han angustiado parte de una mínima expresión, la síntesis básica: individuo, varón y viviente. En consecuencia la sociedad, la mujer y la muerte son conceptos que por más que persista en retener su comprensión, jamás he de lograr conocer. En el sepulcro de la angustia más horrida me conmueve creer que al final de la vida comprenderé la muerte y con esto tendré el consuelo de todavìa declamar: “Veni, vidi, vici”. 


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